Resumen
La ciudad contemporánea ha vivido una profunda mutación física, material, económica y social. La expresión de estas mutaciones es una geografía y una sociología distintas a las tradicionales y un paisaje en el que los elementos del pasado algunos en desuso, obsoletos y en riesgo de desaparición subsisten como testimonios mudos de un pasado distinto pero esencial para entender la realidad presente.
Estas cuestiones sitúan el tema del patrimonio cultural y de los usos del patrimonio en el centro de los debates urbanos.
Los planes especiales para los centros históricos, los proyectos de restauración y rehabilitación, los cambios urbanísticos con propuestas de nuevos usos, y la reutilización de los grandes contenedores históricos para nuevas funciones marcan hitos en la voluntad de preservar la identidad y la memoria histórica como algo inherente a la esencia misma, al alma, de la ciudad.
Naturalmente las opciones erróneas en torno al patrimonio bien sea por fosilización (la ciudad museo) o por desnaturalización de su condición patrimonial derivan en una frivolización especulativa que alimenta propuestas teatralizadas de ciudad-cartón que no contribuyen a la dinamización que se persigue sino que alimentan un discurso vacío e inocuo.
Este proyecto intenta proyectar su investigación a partir de estos parámetros sobre la relación entre la ciudad y el mar, las instalaciones portuarias (fluviales o marítimas, el entorno urbano y las concreciones territoriales, ambientales, paisajísticas y sociales de esta relación.
Nos proponemos abordar estas cuestiones a partir del estudio de caso de grandes ciudades portuarias con dinámicas urbanas complejas como Barcelona y Tarragona (Cataluña), Bilbao y San Sebastián (País Vasco), Cartagena (Múrcia) y Palma de Mallorca (Baleares), así como ciudades de tamaño medio como Tarifa en Andalucía, Bayona en el País Vasco francés, Blanes y Palamós en la Costa Brava.
Se trata de una investigación interdisciplinar con la metodología de los estudios patrimoniales e históricos, la del análisis urbano y la que aporta la antropología para medir la temperatura del cambio social y las repercusiones de los cambios de usos en la sociedad tradicional. Sin duda una lectura multidisciplinar de la ciudad, un respeto creativo hacia la herencia patrimonial recibida y una propuesta de futuro ambiciosa definen los parámetros de un planteamiento que como ya hemos dicho pretende enlazar pasado, presente y futuro. A condición, claro está de integrar el pasado en lugar de liquidarlo como ocurre a menudo.