La museografía arqueológica catalana desde el siglo XVIII, hasta la actualidad

Investigador: José Manuel Rueda Torres

PRESENTACIÓN DEL PROYECTO. MISIÓN Y OBJETIVOS BÁSICOS

La institución pública por excelencia de transmisión de conocimiento a la ciudadanía de forma visual y palpable, a partir de finales del siglo XVIII ha sido el museo. Esta necesidad de conexión con la ciudadanía, para hacerle llegar el conocimiento que acumula a través de los objetos ha sido su razón de ser, sobre todo a partir de la segunda guerra mundial, con la generalización de las democracias liberales. Esta razón de ser ha hecho que el museo haya evolucionado mucho en lo que se refiere al lenguaje, o lo que es lo mismo en las presentaciones, empleadas para transmitir su misión y mandato.El museo se ha convertido en un mass media más, una herramienta de comunicación imprescindible en los equipamientos patrimoniales.

Este proyecto de investigación quiere analizar y establecer cuál ha sido la evolución y los pasos para alcanzar el objetivo de hacer accesible el conocimiento del patrimonio arqueológico en la sociedad, especialmente en Cataluña.

También quiere analizar el porqué la sociedad y la academia han escogido esta herramienta para llevar a cabo esta tarea. ¿Qué impulsa a instituciones públicas y privadas ya entidades ciudadanas debe optar por el museo como herramienta de presentación. Por eso será importante analizar y reflexionar sintéticamente sobre el origen del museo, desde el museo helenístico hasta el museo sin paredes, ni fronteras del siglo XXI.

Foto: Espacio Cabrera del Museo Etnológico del Montseny de Arbúcies. Josep Manuel Rueda

DESCRIPCIÓN

En el siglo XVIII, a partir del impacto de la Ilustración y con una fuerte vocación pública y educativa, nacen los primeros museos como tales. Éstos tienen una especial incidencia en la arqueología a partir de la creación de los Museos Capitolinos del Vaticano del Museo Porticio de Nápoles que recoge los objetos de las excavaciones de Herculano y Pompeya. Concretamente en nuestro país, a finales del siglo XVIII, la trascendencia del primer equipamiento capta de la atención de la Real Academia Catalana de las Buenas Letras. Ésta a finales del siglo XVIII ya recoge alguna propuesta museográfica. Pero   no será hasta casi   la primera mitad del XIX  que comienza y ultima los trabajos para hacer un museo de arqueología y antigüedades, convencidos de que era el primero de su género en España.

Esta iniciativa como la de la Sociedad Arqueológica Tarraconense, sumarán esfuerzos con los museos de las comisiones de monumentos impulsados ??por España. Este museo junto con algunos otros de raíz arqueológica nacidos también s. XIX en pequeñas ciudades de Cataluña, bajo el impulso de letraheridos y al amparo de asociaciones culturales (el excursionismo y tuvo un peso relevante) y muy especialmente de los obispados, conformarán la matriz de la actual museografía arqueológica catalana. Esta  etapa constituirá la primera fase, que podemos definir como de acopio o de fase de formación de las actuales colecciones arqueológicas públicas. También debe tenerse en cuenta el papel de las Sociedades arqueológicas en estos inicios e incluso a finales del siglo XX, así como la influencia del excursionismo.

A partir de principios del s. XX y bajo el impulso emprendedor de la Junta de Museos de Barcelona. Comenzarán a hacerse realidad las primeras formulaciones museísticas rigurosas: Museo de Arte Decorativo y Arqueología, Museo de Arte y Arqueología y en los años 30 el Museo de Arqueología de Cataluña.

A partir de los años 40 del siglo XX, con la dictadura fascista de Franco, el movimiento queda apaciguado, mortecido, pero subsiste y resiste. Los agentes más dinámicos son los centros de estudios comarcales y locales, las asociaciones culturales locales (sociedades arqueológicas) y el Museu Arqueològic de Barcelona. Esta resistencia de la museología arqueológica, posibilitará el gran impulso coincidente con la llegada de la democracia en el último cuarto de los. XX. Será la eclosión y la modernización de la museografía arqueológica y el impulso de la museografía in situ, parques arqueológicos, recreaciones en los mismos yacimientos o sencillamente la señalización de éstos y generalizar la accesibilidad universal de una parte de yacimientos. Un fenómeno a tener muy en cuenta. También la arqueología se acerca a la museología social (derivada de la Nueva Museología), en tanto que la mayoría de museos arqueológicos tratan la cotidianidad y la vida en las sociedades antiguas, no sólo la producción de las oligarquías gobernantes. Y obviamente una parte importantísima de la museología a arqueológica, nace al abrigo y se desarrolla estrechamente vinculada a la museología territorial catalana local y comarcal, que es la aportación más genuina de Cataluña al mundo.

Se analizará la evolución de las museografías desde las presentaciones acumulativas, a los primeros ensayos de presentaciones taxonómicas, de base cronológica y tipológica de los objetos encontrados, basadas, en el caso de la prehistoria en la división de las 3 edades (piedra, bronce y hierro). Pasando por las museog