La Jornada se dedica al impacto de los museos y, más concretamente, al impacto social de los museos. El interés en dedicar la Jornada de este año al impacto, y la forma o las herramientas para medir este impacto, radica fundamentalmente en que este año el Observatorio de los Públicos del Patrimonio Cultural de Cataluña (OPPCC), por encargo del Servicio de Museos y Protección de Bienes Muebles de la Dirección General de Patrimonio Cultural, ha puesto en marcha la fase test del Barómetro Social de los Museos (BSM), concretamente la fase test del análisis cuantitativo del BSM.
29 de noviembre 15:00 - 18:40 h (en línea)
30 de noviembre 9:00 - 14:30 h (Auditorio del MACBA)
Como dice John Falk en su último libro “El valor de los museos” los museos son percibidos como nice but not necessary, es decir, amables, agradables, simpáticos, pero no necesarios. De sus palabras se desprende que los museos necesitan explicar los beneficios que aportan, no solo para las funciones canónicas que tradicionalmente desarrollan (adquirir, conservar, documentar, investigar, exhibir…), sino también por los impactos positivos que aportan a la sociedad. La reciente redefinición de museo por parte del ICOM recoge esta tendencia que ha ido creciendo en los últimos años.
La Jornada se dedica al impacto de los museos y, más concretamente, al impacto social de los museos. El interés en dedicar la Jornada de este año al impacto, y la forma o las herramientas para medir este impacto, radica fundamentalmente en que este año el Observatorio de los Públicos del Patrimonio Cultural de Cataluña (OPPCC), por encargo del Servicio de Museos y Protección de Bienes Muebles de la Dirección General de Patrimonio Cultural, ha puesto en marcha la fase test del Barómetro Social de los Museos (BSM), concretamente la fase test del análisis cuantitativo del BSM.
El BSM fue diseñado por Margarida Loran entre 2018 y 2020 con la participación de 6 museos que colaboraron en la definición de los 36 indicadores que conforman la aproximación cuantitativa. El proyecto del BSM también considera una fase cualitativa que está metodológicamente por definir con el objetivo de evaluar el impacto de casos concretos.
La fase cuantitativa se basa en una metodología básicamente autoevaluativa, pues los museos aportan datos sobre los recursos que disponen, las actividades que desarrollan y los resultados que obtienen con los distintos proyectos que han puesto en marcha en diferentes ámbitos.
Tal y como Álvaro Fierro presenta en su trabajo “La evaluación y el impacto”, los potenciales objetivos y beneficios que aporta la evaluación del impacto son: Verificar, asegurar y mejorar la calidad de las actividades desarrolladas. Aprender para el futuro. Ayudar en la toma de decisiones futuras. Rendir cuentas, argumentar los beneficios de los museos frente a las administraciones públicas y privadas que aportan financiación.
La Jornada se divide en dos partes:
Conocer el impacto social que generan los museos no sólo sirve como una herramienta de advocacy, es decir, para explicar de una manera sistemática y global los beneficios sociales que generan los museos (que es unos de los objetivos centrales del BSM), sino que también debe servir de ayuda y soporte para que los museos dispongan de herramientas que les permitan medir y evaluar sus impactos en las comunidades y los territorios en los que actúan. Y esta evaluación puede ser la base para poder conocer la eficacia y la eficiencia sociales de sus proyectos y como herramienta de apoyo a la revisión continuada de su planificación y de la asignación de los recursos que dedican a los distintos proyectos que desarrollan.
©Museo Marítimo de Barcelona. Foto: Pedro de Prada.
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